semiotica y sus pricipales teoricos
presentado a:
rosmery pacheco
presentado por:
jheifer mauricio garcia restrepo
universidad del sinu
escuela de contaduria publica
semestre ll nocturna
semiotica
La semiótica se define como la disciplina que intenta explicar las relaciones sociales desde el punto de vista significativo, al igual que la idea de sentido y significación que pueden derivar a partir de ciertos comportamientos comunicativos.
Hasta la aparición de la semiótica, la investigación en el campo de la producción del sentido y significación se limitaba a estudios parciales en los cuales se intentaba dar respuesta al problema de cómo se produce el sentido a través de los textos y signos. Fue a finales del siglo XX, cuando las ciencias humanas dispersas hicieron un esfuerzo por sistematizar los métodos de trabajo. A partir de este momento el estudio de la significación y conocimiento se volvió multidisciplinar, para posteriormente cobrar el nombre de semiótica o semiología.
La pretensión de semiótica consiste en aclarar un sistema de mecanismos por medio de los cuales se efectúa la comunicación y creación de relaciones con el mundo.
Según ello, la semiótica estudia todos los procesos culturales como procesos de comunicación. Es una ciencia ambiciosa que en su planteamiento pretende desvelar las claves de las maneras de conocer y actuar del ser humano.
Los orígenes de la semiótica se encuentran en la pregunta: cómo comprendemos la realidad. El estudio de la significación se ha concretado en 3 líneas fundamentales del trabajo:
- Semiótica teórica: se ha ocupado de definir conceptos básicos de la semiótica, como: signo, sistema, sentido, paradigma, código, sintagma.
- Semiótica descriptiva: se ha ocupado de clasificar y describir los sistemas comunicativos. Es fundamentalmente taxonómica: ordena y segmenta, tratando de describir frases, actos lingüísticos, imágenes.
- Semiótica aplicada: es interdisciplinar, aplica conceptos teóricos definidos por la semiótica teórica y descriptiva a textos concretos.
La semiótica encuentra su razón de ser en la aplicación que el análisis de contenido puede hacer de sus descubrimientos y en los resultados que su desarrollo puede ofrecer al análisis de la cultura de masas. El nacimiento de la semiótica no puede situarse mucho más allá de los primeros años de nuestro siglo. Además, no se trata del nacimiento de una sola ciencia, sino de diversas escuelas con métodos y objetivos distintos.
principales teóricos
FERDINAND DE SAUSSURE
En Europa, y de un manera paralela, Saussure imparte los cursos de lingüística general en ginebra. S. Bally y A. Sechehaye serán discípulos suyos y los encargados de publicar en 1916 el famoso Curso de Lingüística General, obra maestra de la Semiótica actual. La preocupación fundamental de Saussure es la de interpretar la lengua dentro de un marco que le permita descubrir su auténtica naturaleza, su especificidad, puesto que la lengua hablada no puede entenderse bajo ningún concepto como un fenómeno aislado. Y ya lo dijo el propio autor: "Si se quiere descubrir la verdadera naturaleza de la lengua, debemos empezar por considerarla en lo que tiene en común con los otros sistemas del mismo orden".
Esta circunstancia de la que habla Saussure y que tienen en común los sistemas del mismo orden no es otra que el papel que desempeñan los signos en la vida social. La lengua se distingue de los sistemas del "mismo orden" por su cualificada importancia. Según Saussure, "la lengua es un sistema de signos que expresan ideas distintas, y por eso comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de cortesía, a las señales militares, etc. Sólo que es el más importante de todos estos sistemas".
Esta frase supuso pues el inicio de un proceso de investigación del que forman parte una serie de lingüistas que compartían el estudio de estos sistemas con el de este sistema "más importante".
La semiología, esta ciencia inexistente para Saussure, pero que ya tiene derechos adquiridos, encontrará, y de hecho lo está consiguiendo, su plena realización en el seno de los mensajes de la comunicación de masas, cuya importancia en la vida social es incuestionable.
La segunda cuestión que delimita Saussure respecto a la cuarta componente del signo, "la imagen acústica", el "significante", es que no se trata del sonido material, cosa puramente física, sino de su impresión psíquica, la representación que de ella dan nuestros sentidos. La "imagen acústica" no es una entidad físico- material, sino la impresión física que una realidad de este tipo deja en nuestra mente. Saussure explica esto con un ejemplo: el carácter psíquico de nuestras imágenes acústicas aparece claramente cuando observamos nuestra lengua materna.
Saussure solo habla de un modelo de entidad físico- material capaz de afectar a nuestros sentidos: el modelo propio del lenguaje verbal, de los sonidos. Ahora bien, en la perspectiva semiótica, estas entidades físico- materiales pueden ser de diferentes naturalezas y afectar de este modo a distintos sentidos y a nuestras distintas capacidades perceptivas. La naturaleza de estas entidades no ha de ser necesariamente fónica (susceptible de ser reconocida auditivamente y traducible a una "imagen acústica"), puede ser traducida a una imagen visual, susceptible de ser traducida a una "imagen visual", así como a cualquier otra naturaleza físico- material: táctil, gustativa, olfativa, y por tanto, traducible a una "imagen táctil, gustativa u olfativa" respectivamente.https://www.youtube.com/watch?v=uxh5PdvI4Mc
Charles Sander Peirce
Es considerado el fundador del pregmatismo y el padre de la semioticamoderna. harles Peirce nació en Cambridge, Massachussets, y es considerado uno de los fundadores del "pragmatismo" norteamericano, sus aportaciones a la filosofía son amplias y se refieren especialmente al campo de la lógica. Según él, lógica y semiótica se hallan íntimamente vinculadas
Desde sus primeros escritos Peirce rechazó tajantemente tanto el dualismo cartesiano como la tesis de Locke de que todo pensamiento era percepción interna de ideas. El ariete de toda su reflexión es la comprensión de la estructura triádica básica que conforma la relación lógica de nuestro conocimiento como un proceso de significación. La función representativa del signo no estriba en su conexión material con el objeto ni en que sea una imagen del objeto, sino en que sea considerado como tal signo por un pensamiento. En esencia, el argumento es que toda síntesis proposicional implica una relación significativa, una semiosis (la acción del signo), en la que se articulan tres elementos:
- El signo o representámen (que es el nombre técnico que emplea Peirce), es «algo que está para alguien en lugar de algo bajo algún aspecto o capacidad. Se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o quizá un signo más desarrollado. Ese signo creado es al que llamo interpretante del primer signo. Este signo está en lugar de algo, su objeto. Está en lugar de algo no en todos sus aspectos, sino sólo en relación con alguna idea a la que a veces he llamado la base (ground) del representámen» (CP 2.228, c.1897).
- El objeto es aquello por lo que está el signo, aquello que representa.
- El interpretante es el signo equivalente o más desarrollado que el signo original, causado por ese signo original en la mente de quien lo interpreta. Se trata del elemento distintivo y original en la explicación de la significación por parte de Peirce y juega un papel central en toda interpretación no reduccionista de la actividad comunicativa humana. Este tercer elemento convierte a la relación de significación en una relación triádica —frente a todo dualismo cartesiano o estructuralista post-saussureano—, pues el signo media entre el objeto y el interpretante, el interpretante relaciona el signo y el objeto, y el objeto funda la relación entre el signo y el interpretante.
Las personas o intérpretes son portadores de interpretantes, de interpretaciones. El signo crea algo en la mente del intérprete, y ese algo creado por el signo, ha sido creado también de una manera indirecta y relativa por el objeto del signo. En este sentido, puede decirse que la aportación capital de Peirce consiste en poner de manifiesto que, si se acepta que los procesos de significación son procesos de inferencia, ha de aceptarse también que la mayor parte de las veces, esa inferencia es de naturaleza hipotética («abductiva» en terminología de Peirce), esto es, que implica siempre una interpretación y tiene un cierto carácter de conjetura. Nuestra interpretación es siempre falible, esto es, puede ser siempre mejorada, corregida, enriquecida o rectificada.
ERIC BUYSSENS
Una de las cuestiones que más ha embrollado al campo de la investigación semiótica, ha sido la confusión existente en torno a la naturaleza sémica de los mensajes artísticos. Según Buyssens, "las artistas desean una comunicación de sentimientos con el público; el arte responde a un deseo de manifestar, de exteriorizar los sentimientos estéticos. Establecida la primera distinción, queda por resolverlas posibles mutuas interrelaciones entre estos procesos y los procesos semiológicos" En este punto, Byssens demuestra ser ambiguo aunque sugerente: "Es necesario atribuir al arte un lugar bien curioso entre los hechos sémicos: está esencialmente condicionado por el deseo de manifestarse; su carácter sémico es secundario". Por esta razón uno de los problemas fundamentales de la semiótica de la comunicación de masas consistirá en establecer la naturaleza de estos y otros paralelos caracteres secundarios.
Otro aspecto destacable en la obra de Buyssens es su definición, clasificación y descripción de las "semias". La expresión 2semia" es el término especialmente adecuado para designar los objetos propios de la semiótica. Para Buyssens el término lenguaje podía designar igualmente los simples indicios como los procesos propiamente de comunicación. "Semia", por el contrario, designará únicamente las diversas modalidades estrictamente sémicas, que constituyan los procesos de comunicación.
Entre las "semias" más importantes destacarán las diversas lenguas (catalán, gallego, vasco, castellano, inglés, francés, etc). Respecto a las otras "semias", y desde nuestra perspectiva, no puede dejar de sorprendernos que entre la larga lista que propone Buyssens no haya ninguna referencia a los objetos de comunicación de masas.
Buyssens, al recoger y potenciar las profecías semiológicas de Saussure y al delimitar la naturaleza del hecho semiótico, establece una fronteras clarificadoras, pues aunque no haya hablado de comunicación de masas, en el momento en que define el campo de aplicación de la ciencia semiótica, establece también unos primeros pasos para la perspectiva de la comunicación de masas.
Jose luis prieto
Con José Luis Prieto, la reflexión semiológica iniciada por Saussure encuentra auténticas novedades en sus planteamientos, pues gracias a Buyssens y Saussure, ha sabido recoger los problemas más sugerentes y les ha dado nuevos y más rigurosos planteamientos teóricos. Concretamente ha utilizado las aportaciones de la teoría matemática de la información y de la lógica formal para explicar con nuevo rigor los conceptos que Saussure había explicado en términos metafóricos.
Lo que no cambia en Prieto son los objetos de preocupación de la semiología. La comunicación de masas sigue siendo una preocupación ausente. Pero las teorías de Prieto se centran más bien las aportaciones que su trabajo brinda al análisis del contenido, punto de mira fundamental de la semiótica de comunicación de masas.
Prieto, atento a Buyssens, afirma que: a)En el acto sémico (el acto de comunicación que decía más llanamente Buyssens) el receptor ha de darse cuenta que el emisor tiene el propósito de transmitir un mensaje. b)El receptor ha de "reconocer" el mensaje. Esto significa que, entre todos los mensajes posibles que pueda recibir, ha de reconocer precisamente, el que se le transmite.
En el acto sémico se observan estas dos circunstancias y se descubren dos tipos de indicaciones:
a)la indicación notificativa por la que el receptor conoce la intención del emisor de transmitirle un mensaje, diferenciándose así el proceso de comunicación del simple indicio.
b)la indicación significativa por la que el receptor reconoce, entre todos los mensajes posibles, el que se le dirige.
De esta manera sería imposible hablar de la significación como si se tratase de una simple entidad mental; hablamos de significación por referencia a unas determinadas relaciones contextuales, es decir por referencia a una situación que implica circunstancias exteriores al código, y que completan el campo de significación propio del código correspondiente a la señal que se estudia.
Prieto también otorga cierta relevancia a las circunstancias, es decir, a todos los hechos conocidos por el receptor en el momento en que tiene lugar el acto sémico. La circunstancia suministra al receptor otra indicación. Prieto pone un ejemplo claro: Si a un hombre le pido "dame el lápiz", elimino con la señal, el mensaje "dame la libreta". Y esto es así, sea cual sea la circunstancia que acompaña al acto sémico. Las circunstancias, excepción hecha del caso en que se favorezca la ambigüedad, complementan la indicación significativa suministrada por la señal.
Morris
Morris, influenciado por Peirce y Bloomfield, se convierte en la figura más importante de la semiótica americana, se le debe otorgar, junto con Saussure, la paternidad de la ciencia semiótica tal y como se entiende actualmente, es decir, como una ciencia que tiene en cuenta los sistemas del "mismo orden" que el sistema del lenguaje hablado. Morris reconoce que podemos hablar de ciencia semiótica siempre que la entendamos como una tarea a realizar, y no como una ciencia debidamente construida. También adelanta un poco más y afirma que su trabajo, en el pórtico de la semiótica, representa una sólida base para su desarrollo. El amplio trabajo de Morris, verdaderamente sugerente, resulta una obra compleja en la que sin ningún orden se han situado distintos problemas que no acaban de ser recogidos de forma unitaria y coherente. Sobresale de manera central la preocupación de edificar la semiótica sobre las bases del behaviorismo. Según Morris, la semiótica, a caballo de estas teorías, podrá avanzar hasta situarse en el universo de las ciencias naturales.
Buyssens es un gran teórico que prácticamente se puede considerar heredero de Saussure. En su obra Le language et le discours. Essai de linguistique fonctionelle dans le cadre de la Sémiologie, aparecida en 1943 y reeditada en el 67, afirma que la semiología puede definirse como " el estudio de los procesos de comunicación, es decir, de los medios utilizados para influir a otro y reconocidos como tales por aquel a quien se quiere influir".
Se rompe así con una confusión presente en toda la semiología que nosotros hemos conocido y que según Mounin, sería imputable a la semiología barthiana "a causa de las cuales confunde, o corre el peligro d confundir a cada momento la interpretación de determinados indicios con la decodificación de los signos".
La semiótica se ocupará de acciones, procesos de comunicación, explícitamente destinados a influir en otros en otro (receptor) y reconocidos como tales por este. Frente a estos objetos propiamente semióticos Buyssens presenta los indicios que, aunque puedan ser interpretados y reconocidos, no constituyen, propiamente, hecho semiótico.
Otro aspecto destacable en la obra de Buyssens es su definición, clasificación y descripción de las "semias". La expresión 2semia" es el término especialmente adecuado para designar los objetos propios de la semiótica. Para Buyssens el término lenguaje podía designar igualmente los simples indicios como los procesos propiamente de comunicación. "Semia", por el contrario, designará únicamente las diversas modalidades estrictamente sémicas, que constituyan los procesos de comunicación.
Entre las "semias" más importantes destacarán las diversas lenguas (catalán, gallego, vasco, castellano, inglés, francés, etc). Respecto a las otras "semias", y desde nuestra perspectiva, no puede dejar de sorprendernos que entre la larga lista que propone Buyssens no haya ninguna referencia a los objetos de comunicación de masas.
Buyssens, al recoger y potenciar las profecías semiológicas de Saussure y al delimitar la naturaleza del hecho semiótico, establece una fronteras clarificadoras, pues aunque no haya hablado de comunicación de masas, en el momento en que define el campo de aplicación de la ciencia semiótica, establece también unos primeros pasos para la perspectiva de la comunicación de masas.
Jose luis prieto
Con José Luis Prieto, la reflexión semiológica iniciada por Saussure encuentra auténticas novedades en sus planteamientos, pues gracias a Buyssens y Saussure, ha sabido recoger los problemas más sugerentes y les ha dado nuevos y más rigurosos planteamientos teóricos. Concretamente ha utilizado las aportaciones de la teoría matemática de la información y de la lógica formal para explicar con nuevo rigor los conceptos que Saussure había explicado en términos metafóricos.
Lo que no cambia en Prieto son los objetos de preocupación de la semiología. La comunicación de masas sigue siendo una preocupación ausente. Pero las teorías de Prieto se centran más bien las aportaciones que su trabajo brinda al análisis del contenido, punto de mira fundamental de la semiótica de comunicación de masas.
Prieto, atento a Buyssens, afirma que: a)En el acto sémico (el acto de comunicación que decía más llanamente Buyssens) el receptor ha de darse cuenta que el emisor tiene el propósito de transmitir un mensaje. b)El receptor ha de "reconocer" el mensaje. Esto significa que, entre todos los mensajes posibles que pueda recibir, ha de reconocer precisamente, el que se le transmite.
En el acto sémico se observan estas dos circunstancias y se descubren dos tipos de indicaciones:
a)la indicación notificativa por la que el receptor conoce la intención del emisor de transmitirle un mensaje, diferenciándose así el proceso de comunicación del simple indicio.
b)la indicación significativa por la que el receptor reconoce, entre todos los mensajes posibles, el que se le dirige.
De esta manera sería imposible hablar de la significación como si se tratase de una simple entidad mental; hablamos de significación por referencia a unas determinadas relaciones contextuales, es decir por referencia a una situación que implica circunstancias exteriores al código, y que completan el campo de significación propio del código correspondiente a la señal que se estudia.
Prieto también otorga cierta relevancia a las circunstancias, es decir, a todos los hechos conocidos por el receptor en el momento en que tiene lugar el acto sémico. La circunstancia suministra al receptor otra indicación. Prieto pone un ejemplo claro: Si a un hombre le pido "dame el lápiz", elimino con la señal, el mensaje "dame la libreta". Y esto es así, sea cual sea la circunstancia que acompaña al acto sémico. Las circunstancias, excepción hecha del caso en que se favorezca la ambigüedad, complementan la indicación significativa suministrada por la señal.
Morris, influenciado por Peirce y Bloomfield, se convierte en la figura más importante de la semiótica americana, se le debe otorgar, junto con Saussure, la paternidad de la ciencia semiótica tal y como se entiende actualmente, es decir, como una ciencia que tiene en cuenta los sistemas del "mismo orden" que el sistema del lenguaje hablado. Morris reconoce que podemos hablar de ciencia semiótica siempre que la entendamos como una tarea a realizar, y no como una ciencia debidamente construida. También adelanta un poco más y afirma que su trabajo, en el pórtico de la semiótica, representa una sólida base para su desarrollo. El amplio trabajo de Morris, verdaderamente sugerente, resulta una obra compleja en la que sin ningún orden se han situado distintos problemas que no acaban de ser recogidos de forma unitaria y coherente. Sobresale de manera central la preocupación de edificar la semiótica sobre las bases del behaviorismo. Según Morris, la semiótica, a caballo de estas teorías, podrá avanzar hasta situarse en el universo de las ciencias naturales.
La semiótica que quería edificar Morris pretende profundizar en el universo complejo de la utilización manipuladora de signos. Este autor ha sido consciente de que así como el signo tiene razón de ser en el marco de las relaciones estímulo- respuesta, asimismo la semiótica sólo tiene sentido en la medida que es una semiótica de la conducta.
Existe, por último otra cuestión por la que Morris estaba preocupado, que se centraba en las posibilidades creativas del individuo, frente al poder comunicativo de las nuevas técnicas de comunicación. "La tarea de la semiótica será fundamentalmente la de alentar y fortalecer al individuo para que mantenga su propia integridad creadora frente a las formas poderosas que tienden en el mundo moderno a reducirla a una pequeña marioneta, esclavo de los hilos de comunicación con que la sociedad lo manipula." Y es que Morris entiende que este universo cultural, semiótico, tiene repercusiones sobre la conducta de los individuos, y que el sémico viene también construido por los mensajes, cada día más influyentes, de la comunicación de masas.
Existe, por último otra cuestión por la que Morris estaba preocupado, que se centraba en las posibilidades creativas del individuo, frente al poder comunicativo de las nuevas técnicas de comunicación. "La tarea de la semiótica será fundamentalmente la de alentar y fortalecer al individuo para que mantenga su propia integridad creadora frente a las formas poderosas que tienden en el mundo moderno a reducirla a una pequeña marioneta, esclavo de los hilos de comunicación con que la sociedad lo manipula." Y es que Morris entiende que este universo cultural, semiótico, tiene repercusiones sobre la conducta de los individuos, y que el sémico viene también construido por los mensajes, cada día más influyentes, de la comunicación de masas.
Roland barthes
Roland Barthes tiene un interés inequívoco por el fenómeno literario, y sus reflexiones semiológicas en este campo han encontrado a unos discípulos entusiastas que han contribuido a divulgarlas. No es fácil sintetizar una obra tan compleja y extensa como la suya, ya que sus aportaciones desde la perspectiva de la semiótica son inmensas.
Barthes es, en primer lugar, un profesor de letras, limitado en diversas ocasiones -sobre todo en 1941- por su estado de salud. Marx, Freud y Saussure son los principales autores que lo marcan, y el seno del estructuralísmo francés, pretende recoger la profecía saussuriana acerca de la futura constitución de la semiología como ciencia. Por otra parte recibe también influencia marcada del espíritu del CECMAS (Centre dÉtudes Transdiciplinaires) y de la Escuela de Altos Estudios de la Sorbona, gracias a la cual sentirá el deseo de desenmascarar la retórica pequeñoburguesa presente en un universo tan extenso.
Barthes dijo que "la semiología tiene por objeto todos los sistemas de signos, cualquiera que sea la sustancia y los límites de estos sistemas: las imágenes, los gestos, los sonidos melódicos, los objetos y los conjuntos de estas sustancias constituyen si no "lenguajes", sí al menos sistemas de significación." Esta teoría, aunque confusa, es el punto de partida de la semiología. Ha afirmado Barthes que esta ciencia hasta hoy se ha ocupado de códigos sin interés. Son pocos los signos que no están vinculados de una u otra manera al lenguaje fónico. Esta advertencia encierra uno de los puntos más confusos de la semiología de Barthes.
Barthes también ha entendido que no existe ningún sistema de signos que no vaya acompañado de un mensaje lingüístico
Les mitologies de Roland Barthes es un intento de desenmascarar el significado latente de unas unidades "semánticas" al servicio de los gustos e intereses de la burguesía, y debe entenderse como una obra pionera de lo que en el futuro podrá ser una semiótica de la cultura. Barthes fue el primero en denunciar a la semiología por ocuparse exclusivamente por "códigos de interés ridículo".
umberto eco
Umberto Eco es el que se ha preocupado de una manera más directa y constante de la fundamentación científica de la semiótica. La estructura ausente, publicada en 1968, constituye una pieza fundamental de la historia de la semiótica. En la primera obra, y en el estado en que se encontraba la investigación en ese momento, se pretende abarcar todo el universo de los objetivos de la semiótica, usando todas las teorías que pueden aportar datos
Pero junto a esta virtud encuentra su principal defecto en el desorden. La comparación entre el "mundo" de La estructura ausente, y el "mundo" de su reciente Tratado es interesante. Este último constituye una demostración impresionante de Eco para recoger los problemas de la semiótica y cristalizar sus distintos adelantos formales en una perspectiva teórica coherente. En este libro queda claro que existen distintas cuestiones cuya clarificación resultará importante para la constitución científica de la semiótica. Por ejemplo, las nociones de comunicación y significación; la posibilidad de una definición de la semiótica y de la delimitación de su campo; las posibles vinculaciones entre la semiótica y otras disciplinas, como la lógica, la antropología o la psicología; la crítica a la noción de referencia,la necesidad de redifinición de nociones como son la denotación y connotación. En su Tratado Eco ha sabido, además, encontrar unos ejes para interpretar todos los descubrimientos que sobre estas cuestiones se han ido sucediendo a lo largo de la historia.
Para Umberto Eco, la semiótica se ocupa de lo siguiente: zoosemiótica, señales olfativas, comunicación táctil, código de los gustos, paralingüística, cinésica y proxémica, semiótica médica, código musicales, lenguajes formalizados, lenguas naturales, comunicaciones visuales, estructuras de la narrativa, códigos naturales, códigos y mensajes estéticos, comunicación de masas, retórica, lenguas escritas, alfabetos desconocidos, códigos secretos.
En el catálogo de Eco hay otras disciplinas que deben ser tratadas por la semiótica de la comunicación de masas; el estudio de los códigos musicales será imprescindible para el análisis semiótico de los "media" televisión, radio, discos... El estudio de las comunicaciones visuales entra en el área de la narrativa icónica, propia de la televisión, del cine, de los carteles, de la prensa escrita, de los cómics.
Considerando este planteamiento, la semiótica de la comunicación de masas dejará de ser un apartado ocasional de la ciencia semiótica para devenir su objeto privilegiado
Barthes es, en primer lugar, un profesor de letras, limitado en diversas ocasiones -sobre todo en 1941- por su estado de salud. Marx, Freud y Saussure son los principales autores que lo marcan, y el seno del estructuralísmo francés, pretende recoger la profecía saussuriana acerca de la futura constitución de la semiología como ciencia. Por otra parte recibe también influencia marcada del espíritu del CECMAS (Centre dÉtudes Transdiciplinaires) y de la Escuela de Altos Estudios de la Sorbona, gracias a la cual sentirá el deseo de desenmascarar la retórica pequeñoburguesa presente en un universo tan extenso.
Barthes dijo que "la semiología tiene por objeto todos los sistemas de signos, cualquiera que sea la sustancia y los límites de estos sistemas: las imágenes, los gestos, los sonidos melódicos, los objetos y los conjuntos de estas sustancias constituyen si no "lenguajes", sí al menos sistemas de significación." Esta teoría, aunque confusa, es el punto de partida de la semiología. Ha afirmado Barthes que esta ciencia hasta hoy se ha ocupado de códigos sin interés. Son pocos los signos que no están vinculados de una u otra manera al lenguaje fónico. Esta advertencia encierra uno de los puntos más confusos de la semiología de Barthes.
Barthes también ha entendido que no existe ningún sistema de signos que no vaya acompañado de un mensaje lingüístico
Les mitologies de Roland Barthes es un intento de desenmascarar el significado latente de unas unidades "semánticas" al servicio de los gustos e intereses de la burguesía, y debe entenderse como una obra pionera de lo que en el futuro podrá ser una semiótica de la cultura. Barthes fue el primero en denunciar a la semiología por ocuparse exclusivamente por "códigos de interés ridículo".
umberto eco
Umberto Eco es el que se ha preocupado de una manera más directa y constante de la fundamentación científica de la semiótica. La estructura ausente, publicada en 1968, constituye una pieza fundamental de la historia de la semiótica. En la primera obra, y en el estado en que se encontraba la investigación en ese momento, se pretende abarcar todo el universo de los objetivos de la semiótica, usando todas las teorías que pueden aportar datos
Pero junto a esta virtud encuentra su principal defecto en el desorden. La comparación entre el "mundo" de La estructura ausente, y el "mundo" de su reciente Tratado es interesante. Este último constituye una demostración impresionante de Eco para recoger los problemas de la semiótica y cristalizar sus distintos adelantos formales en una perspectiva teórica coherente. En este libro queda claro que existen distintas cuestiones cuya clarificación resultará importante para la constitución científica de la semiótica. Por ejemplo, las nociones de comunicación y significación; la posibilidad de una definición de la semiótica y de la delimitación de su campo; las posibles vinculaciones entre la semiótica y otras disciplinas, como la lógica, la antropología o la psicología; la crítica a la noción de referencia,la necesidad de redifinición de nociones como son la denotación y connotación. En su Tratado Eco ha sabido, además, encontrar unos ejes para interpretar todos los descubrimientos que sobre estas cuestiones se han ido sucediendo a lo largo de la historia.
Para Umberto Eco, la semiótica se ocupa de lo siguiente: zoosemiótica, señales olfativas, comunicación táctil, código de los gustos, paralingüística, cinésica y proxémica, semiótica médica, código musicales, lenguajes formalizados, lenguas naturales, comunicaciones visuales, estructuras de la narrativa, códigos naturales, códigos y mensajes estéticos, comunicación de masas, retórica, lenguas escritas, alfabetos desconocidos, códigos secretos.
En el catálogo de Eco hay otras disciplinas que deben ser tratadas por la semiótica de la comunicación de masas; el estudio de los códigos musicales será imprescindible para el análisis semiótico de los "media" televisión, radio, discos... El estudio de las comunicaciones visuales entra en el área de la narrativa icónica, propia de la televisión, del cine, de los carteles, de la prensa escrita, de los cómics.
Considerando este planteamiento, la semiótica de la comunicación de masas dejará de ser un apartado ocasional de la ciencia semiótica para devenir su objeto privilegiado